¿Te gusta esta foto? ¿Mira cuántos like tiene? ¿Crees que salgo bien?
Detrás de esas preguntas se mezcla una combinación compleja en un momento clave en la vida de nuestros hijos: imagen, adolescencia y redes sociales. Porque, nos guste o no, lo digital ha llegado para quedarse y lo mejor que podemos hacer es abordar este tema de frente.
Pensar que es una moda y que se pasara sin hacer nada es dejar a nuestros hijos sin armas para tener criterio, sin un escudo con el que protegerse y cuidar uno de los aspectos más delicados en la vida: la autoestima y la confianza.
Para intentar echarte una mano, aquí te dejo algunas ideas para gestionar bien la imagen digital de tu hija adolescente.
Reforzar la autoestima
La autoestima tiene mucho que ver con la confianza personal. Y la confianza lo es todo. La clave, según mi criterio, está en cómo miramos a nuestros hijos. Para que un hijo se valore -tenga autoestima alta- primero se tiene que sentir valorado por sus padres.
Y en temas de imagen hay que decirles siempre la verdad, hablarles en positivo, ser honestos y valorarles cómo son.
Pero para poder ayudar en eso tienes que trabajar también tu autoestima. Y es que una madre segura de sí misma es una mujer que acoge su feminidad y la valora. Una mujer que se quiere como es, que sabe sacarse partido, que conoce su cuerpo y lo que le favorece.
Una mujer que tiene un estilo definido, que le da la importancia justa a su imagen, ni mucha ni poca. Una mujer que se viste para gustarse a sí misma. ¿Tienes esas herramientas?
Enseñar a pensar
Por ejemplo, puedes explicarle que las imágenes aspiracionales que se comparten a diario en la red en la mayoría de los casos son ficticias. Todas esas fotos maravillosas, los looks súper estudiados y los cuerpos esculpidos, simplemente no son reales. Hay montaje de producción y post-producción en esas imágenes aspiracionales.
Y trabajar mucho con ellos los valores que imperan en tu familia y que no van a estar en cosas materiales o en aparentar. Recuérdales cuáles son esos pilares de la vida.
La clave está en el por qué
Es importante que les ayudes también a reflexionar sobre cuál es la motivación interior por la que hacen las cosas. En primer lugar tenemos que preguntarles las razones que les llevan a actuar.
¿Por qué subes esa foto? ¿Qué quieres conseguir?
Y en segundo lugar: ¿Para quien? ¿A quién te estás vendiendo? ¿ A quién te gustaría atraer con estas imágenes que subes?
Eso les ayudará a definir mejor su mensaje, el tono de su discurso y el tipo de imagen que transmiten.
Gestionar la frustración
Las adolescentes buscan la perfección para sentirse válidas. Para sentirse aceptadas y queridas. Necesitan tener un cuerpo escultórico, estilo, estrenar cada semana, tener un plan guay. Pero siempre va a haber alguien que tiene mejor cuerpo, estilo o plan más divertido que el tuyo. Y más ahora que te comparas con cientos de personas. Con mujeres que están en otra liga. Por eso hay que ayudarles a tomar conciencia de que se comparan con modelos irreales. O gente que no muestra toda su verdad.
No tiene ningún sentido frustrarse por alcanzar estos modelos de vida.
Cautela con los contenidos que se comparten.
El pudor, la salvaguarda de la intimidad, se ha dinamitado al poder abrir una ventana al mundo desde tu smartphone. Y claro, el ser humano es curioso por naturaleza. Es por esto que las redes sociales proliferan las imágenes íntimas. Cerrojos que jamás abriríamos si tuviéramos a esas personas delante. Hay que recordarles que lo que compartimos puede colocarnos en una situación de vulnerabilidad o complicada.
Crear un clima de confianza donde nos puedan consultar
Para poder guiar a tu hija en este ámbito es importante ser un interlocutor válido. Estar disponibles para hablar. Pero no sólo eso, debemos crear un clima de confianza en el que nos puedan consultar acerca de los contenidos que suben. De esa manera podremos aportarles sentido común, recordarles que hay imágenes que se pueden compartir y otras son un grave peligro. Sin autoritarismos ni imposiciones sino ayudándoles a pensar.
Conocer la moda a la que está expuesta nuestra hija
Pídele a tu hija que te ayude a visualizar las tendencias que se llevan ahora mismo. Haz que seleccione cuatro o cinco outfits de ropa que le inspira para que te la enseñe. La razón es simple, este ejercicio te ayudará a situarte y a poder orientar con criterio.
Y acompañarle de compras
Es altamente recomendable que seamos nosotros -y no otras personas- los que acompañemos de compras a nuestros hijos. Pero para ello hay que hacerlo lo más agradable que podamos. Ayuda que entendamos que pertenecen a una tribu diferente a la nuestra, que valoremos sus gustos y reforcemos su confianza diciéndole las cosas que le quedan bien pero también orientando cuando algo no nos parezca adecuado.
Cuéntame qué te parecen estos consejos, qué herramientas tienes para ayudar a tu hija en este aspecto clave. Y recuerda que siempre te puedo echar una mano en todo esto.

Me ha parecido muy interesante
y quiero saber más.
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